Atención a la encía que sangra 

La encía que sangra es un fenómeno que parece ser anodino. Nos hemos acostumbrado a ello y por eso no se considera algo grave. A menudo, después del cepillado, nos encontramos con un sangrado de la encía. La encía que sangra puede parecer anodina, pero a menudo es reveladora de un trastorno más complejo.

Si la encía que sangra de manera crónica

Seguramente se trata de una infección de origen bacteriano. Es la gingivitis. Afecta a muchas personas y a veces es benigna. Se debe a un depósito de bacterias en la superficie de los dientes que se acumula. Este depósito formará la placa dental que, a corto plazo, debilitará más o menos la encía. Los tejidos serán agredidos y durante el cepillado aparece la encía que sangra. Esto también puede ocurrir al usar un palillo o cuando mordemos una manzana. A largo plazo, la infección se acentuará y sus dientes corren el riesgo de aflojarse. A esto se le llama periodontitis. No se asuste si sangra al cepillarse, es que no se está haciendo correctamente. Concéntrese en el cepillado y use un enjuague bucal. Si los sangrados no desaparecen en unos días, consulte a un dentista.

¿Cuáles son los tratamientos para las encías que sangran?

Por supuesto, un cepillado regular es importante para prevenir el sangrado de encías. Si padece de gingivitis, es posible curar la enfermedad. Al cepillarse los dientes regularmente y al hacerse una o dos limpiezas dentales en el dentista, la infección debería cesar. Si la infección está en un estado avanzado y los dientes comienzan a aflojarse, padece de periodontitis. En este caso, debe consultar a un dentista lo antes posible. En este caso, también pasará por la limpieza dental, pero de manera más regular y si eso no es suficiente, se le podrá recomendar una intervención quirúrgica. La encía que sangra es el primer indicador de estas enfermedades, preste atención.

Lo esencial: cuidar de su higiene bucal

El cepillado diario es importante, hay que cepillarse los dientes de dos a tres veces al día. Tanto en adultos como en niños (los problemas dentales de la infancia pueden tener repercusiones en los dientes definitivos). Especialmente al cepillarse, no olvide las encías. Adapte las cerdas de su cepillo de dientes de acuerdo a su sensibilidad dental. Intente usar hilo dental si aún no lo ha hecho. Por último, no dude en consultar a un dentista una vez al año para prevenir la encía que sangra.

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